El manipulador de alimentos es aquella persona que durante su actividad laboral tiene un contacto directo con los alimentos en cualquier punto de la cadena alimentaria, desempeñando un papel fundamental a la hora de garantizar la total seguridad y el buen estado de los alimentos.
Son muchos los requisitos que debe cumplir un manipulador de alimentos para realizar su trabajo correctamente y garantizar la salud de los consumidores, pero de entre todos destaca la importancia de recibir una correcta formación en la manipulación de alimentos y la seguridad alimentaria.
Las personas por las que pasan los alimentos a lo largo de toda la cadena de producción son muchas, más allá de los cocineros o los camareros que vemos en los restaurantes. Hay que tener en cuenta que un alimento antes de llegar a nuestra boca ha pasado por un largo proceso de preparación, fabricación, transformación, elaboración, envasado, almacenamiento, transporte, distribución, venta, suministro y servicio, por lo que es fundamental que la manipulación de estos alimentos en cualquiera de sus fases se haga siguiendo unas normas de higiene adecuadas que eviten que puedan sufrir cualquier tipo de intoxicación.
Unas normas de higiene que se aprenden a través de recibir una correcta formación en manipulación de alimentos y seguridad alimentaria, y que se prueban una vez se ha obtenido el título de manipulador de alimentos.
Responsabilidad de las empresas
Las empresas pertenecientes al sector alimenticio son las encargadas de asegurar que cada uno de sus empleados reciba una correcta formación y obtengan el carnet de manipulador de alimentos, ya que de lo contrario en caso de recibir una inspección sanitaria serán sancionadas.
Si antiguamente dicha formación se encargaba de impartirla las diferentes Autoridades Sanitarias, con la nueva regulación del Reglamento CE 852/2004 y del Real Decreto 109/2010 la responsabilidad recayó directamente sobre las empresas alimentarias, que pasaban a ser las encargadas de ofrecer una correcta formación a sus trabajadores respecto a normas y prácticas de higiene en la manipulación de alimentos.
Las empresas con el fin de garantizar el buen estado de los alimentos y la salud de los consumidores también deben implantar de forma obligatoria una sistema APPCC (Sistema de Peligros y Puntos Críticos de Control).
Objetivos de la formación de los manipuladores
Además de garantizar la salud de los consumidores y el buen estado de los alimentos, dicha formación será totalmente necesaria para cualquier persona que quiera comenzar a trabajar en el sector de la alimentación o de la hostelería, ya que una empresa preferirá optar por un trabajador que disponga ya de su certificado de manipulador, a otro que todavía tenga que realizar la formación.
Tras recibir la formación el trabajador conocerá todo lo que debe saber sobre la higiene y las buenas prácticas alimentarias. El objetivo es que poco a poco se vayan teniendo una serie de buenos hábitos que aseguren el buen tratamiento de los alimentos y que no pongan en peligro su estado.
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