Seguro que en más de una ocasión habrás escuchado hablar de la necesidad de obtener el título de manipulador de alimentos si te dedicas al sector de la alimentación. Y es que tal como marca la actual normativa – Reglamento CE 852/2004 y Real Decreto 109/2010 – cualquier persona que entre en contacto con los alimentos en cualquiera de sus fases, necesita recibir la correspondiente formación en relación a la manipulación de alimentos.

Una formación que garantizará que el trabajador así como la empresa, estará al tanto de todas las normas que se deben cumplir para garantizar la seguridad y la higiene de los alimentos, en cualquiera de sus fases de producción: preparación, transformación, fabricación, transporte, venta, suministro, etc.

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Cada vez son más las personas que quieren obtener el título de manipulador de alimentos para no cerrarse ninguna puerta en el sector alimenticio u hostelero y conocer así las técnicas de higiene y de manipulación más adecuadas. En un momento en el que el sector hostelero y de la alimentación se muestra como una escapatoria para muchas personas que no consiguen llevar a cabo una actividad laboral, contar con dicho título puede ser de gran ayuda.

Aquí entra en juego el curso de manipulador de alimentos, que será el encargado de ofrecerte toda la información que debes conocer y que garantizará que estás listo para trabajar en cualquier sector relacionado con la alimentación.
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Actualmente disponer del carnet de manipulador de alimentos es fundamental para cualquier trabajador del sector hostelero o alimenticio. Se trata de un certificado que garantiza que un trabajador ha recibido una adecuada formación en todo lo relacionado con las buenas prácticas, la higiene y las tareas de manipulación de los alimentos.

Es indispensable para los trabajadores pero también para las empresas, ya que si hasta el Real Decreto 2505/83 eran las diferentes entidades sanitarias públicas las que debían ofrecer una correcta formación a los trabajadores del sector, con la llegada del Real Decreto 109/2010 junto al Reglamento CE 852/2004, la responsabilidad de que los trabajadores recibiesen una correcta formación pasaba a ser de las propias empresas alimentarias o por empresas externas especializadas en este tipo de formación.
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