Estos últimos años se ha incidido enormemente en la importancia que tiene para cualquier empresa o negocio relacionado con el sector alimenticio, extremar las precauciones en la manipulación alimentaria para garantizar el consumo adecuado por parte de los clientes.
El Real Decreto 109/2010 y el Reglamento CE 852/2004, que marca la normativa relacionada con el título de manipulador de alimentos, incide en la necesidad de mantener en perfecto estado todos los alimentos que posteriormente vayan a ser consumidos por el público, y aquí la correcta conservación de los alimentos es fundamental.
De hecho en el curso de manipulador de alimentos, totalmente obligatorio para cualquier empleado que pertenezca al sector alimenticio y mantenga en cualquiera de sus fases un contacto directo con alimentos pensados para consumir por el público, se presta una especial atención a la conservación de los alimentos, siendo uno de los temas más importantes a tratar.
Cada año terminan en la basura 7,7 millones de toneladas de comida apta para el consumo. La cifra merece un análisis profundo, sobre todo en tiempos de crisis, donde tantas personas pasan dificultades económicas. La mayor parte de estos alimentos son desechados por considerarse sobras, por una conservación inadecuada, por estar caducados o por el simple hecho de cocinar en cantidades excesivas.
En este sentido, y con la intención de aportar información al respecto, merece dejar claro el significado de los términos “Fecha de Caducidad” y “Consumo Preferente”. Aunque la diferencia parece clara, suele generar confusión entre los consumidores incitando a desechar ciertos productos, por pensar que suponen un riesgo para la salud cuando aún pueden ser consumidos.
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha lanzado una campaña de divulgación y prevención para comunicar a los consumidores los beneficios de realizar una compra responsable en lo referente a seguridad alimentaria y manipulación de alimentos.
Se pretenden difundir unas sencillas pautas con el objetivo de implantar unos hábitos de consumo más seguros para prevenir la transmisión de determinadas enfermedades.